En casa nos gusta mucho la crema, sobretodo a mi madre y a mí, y buscando hacerla con un toque diferente me encontré con esta receta de Natalia, del blog
Cocino y Disfruto, según nos explica es la crema pastelera del libro La cocina dulce de Paco Torreblanca. Que delicia, el toque de la nata líquida en lugar de todo leche, cambia el sabor y la textura para mí gusto muy muy rica.
La base para este tipo tarta igualmente puede ser masa quebrada que con masa de hojaldre, pinchando bien el fondo, no hay problema. Casi ya podemos decir adiós a las fresas y hola a las cerezas, así que le he puesto bien de fresas.
Ingredientes:
Una base masa quebrada (la mía del Lidl)
Para la crema pastelera:
- 125 gr de azúcar
- 125 ml de nata líquida
- 375 ml de leche
- 50 gr de almidón de maiz (maicena)
- 4 yemas de huevo
- piel de limón (opcional)
Para la cobertura:
- frutas frescas o en almíbar
Elaboración:
Para la base, estiramos la masa (suele traer papel de hornear, no se lo quitamos) sobre el molde que vayamos a utilizar.La pinchamos varias veces con un tenedor, y le ponemos otro papel de hornear encima.
Sobre este papel, ponemos algo que pese y que no permita que la masa suba y se formen burbujas en la base, para que luego quede mucho más bonita.
Hay unas bolitas de cerámica especiales para esto, pero yo uso unos garbanzos que luego guardo en una bolsa para usarlos una y otra vez. Hace años que uso los mismos, así que que no os dé pena "perder" medio kilo de garbanzos para hacer una tarta. Seguro que los reutilizareis.
La introducimos en el horno precalentado a 180º unos 15 minutos, tras los cuales la sacaremos del horno y con mucho cuidado de no quemarnos retiraremos los garbanzos y el papel de hornear de la parte de arriba.
Volvemos a llevarla al horno. Normalmente con otros 15 minutos es suficiente.
La sacamos y la ponemos a enfriar sobre una rejilla.
Para hacer la crema, empezaremos por calentar en un cazo la leche, la nata, y la mitad del azúcar.
Si queremos podemos aromatizarlo con una rama de vainilla, canela, o la piel de algún cítrico. Yo le puse piel de limón, sólo la parte amarilla. Colamos.
En un bol mezclamos la maizena con la otra mitad del azúcar y las yemas.
Añadimos la mezcla caliente de leche, nata y azúcar (la más líquida) a la segunda (la crema de yemas). Lo haremos muy poco a poco y sin parar de remover.
Volvemos a ponerlo todo al fuego, removiendo constantemente para evitar que se pegue.
Espesa enseguida.
Cuando esté lista, la retiramos del fuego (al enfriar se queda aún más espesa) y dejamos enfriar.Pondremos un film sobre la crema (tocándola), evitando que queden burbujas de aire, ya que si no se formará una pequeña costra.
Lo llevamos a la nevera, al menos 2 horas para que coja "cuerpo" (mejor si son más).
Una vez pasado este tiempo, repartimos la crema sobre la base de masa quebrada, procurando que quede lo más lisa posible.
Para la
decoración con fruta, lavamos, pelamos, troceamos la fruta y la repartimos a nuestro gusto.
Podemos ponerle la que más nos guste, admite casi cualquier fruta.
Recomiendo un paso muy importante que yo olvidé, y fué barnizar con gelatina la fruta, sobre todo al llevar plátano pués éste se oscurece enseguida, con una hoja de gelatina disuelta en medio vaso de agua sería suficiente.
La llevamos a la nevera, al menos otro par de horitas.
Fuente :
http://cocinoydisfruto.blogspot.com/2010/09/tarta-de-crema-y-fruta.html